jueves, 26 de noviembre de 2009
Los pasos
Recuerdo que era viernes, salí del trabajo a las 3 ó antes, caminé la 11 oriente como de costumbre, de bajadita; recordé que me gustaba mucho que Noé me acompañara hasta el boulevard porque me escuchaba, porque así sentía el camino de otra forma, se sentía bien.
Esta vez no quise seguir hasta la 16 de septiembre para luego caminar sobre ella hasta dar con Reforma, sentí el impulso de cambiar el rumbo, di vuelta enfrente de los cines acelerando el paso pues sé que quienes esperan sentados en los escalones observan a todo cuanto pasa por ahí, yo misma he visto pasar a muchos.
Pensé tomar la 3 oriente, al cruzar la calle dudé, pero quise seguir por el boulevard pues ahora bajaría por la Juan de Palafox, llegué a la esquina y doblé a la izquierda, de pronto giré la cabeza hacia la derecha y mis ojos en fracciones de segundo enviaron al cerebro una imagen que provocó como respuesta inmediata el gesto de la felicidad, aquel que solo produce la sorpresa, sonreí, me detuve, justo en ese orden; al otro lado de la calle estaba Daniel, la persona que me ha mostrado lo que en verdad es la amistad, el mismo que me regaló la Rayuela de Cortázar con un moñito anaranjado, el que siempre me alienta y a pesar de conocer mi débil voluntad, sigue apostando por mí.
También me miró, me reconoció y cruzó a mi lado para saludarnos, en realidad no hablamos mucho, fue un encuentro breve pero lindo; al despedirnos nos dimos un abrazo, el último hasta ahora, yo seguí andando con esa sonrisa que produjo aquel encuentro y con la certeza de que la casualidad, nada tuvo que ver en él.
Tiempo después supe que su camino lo llevó hacia el sur, la noticia como se lo dije alguna vez, me devolvió un poco de esperanza, pues siempre es un alivio saber que no todos los sueños vuelan al norte. Desde aquel día no he vuelto a pasar por esa calle, de Daniel guardo hasta hoy el abrazo y la imagen de un viernes por la tarde, se que cuando mis pasos me lleven de nuevo por esos rumbos, será para encontrarme nuevamente con mi carnalito del alma, Danielo. https://youtu.be/KodNFsP6r88
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chelita, cada vez me la pones más complicada, pues cada vez te quiero más y tengo que buscar y rebuscar formas más imaginativas y expresivas que puedan dar cuenta de este cariño tan grande, pero ni modo, una vez más he fallado y tendré que conformarme con decirte que sos una pieza esencial en mi vida.
ResponderEliminarclaro que te llevé la rayuela, sólo que te faltó decir que al dártelo, te dije que era un gran libro destinado sólo a personas muy especiales y de mente despierta, y por eso te lo daba a ti.
ya nos veremos prontico chelita corazón de león, mientras que viaje este abrazo hasta a ti, con este cariño tan sincero y sin infinito